El príncipe azul de Hans Christian Maquiavelo: «Nada hace más atractivo a un hombre que el poder: el poder político, el poder económico o, en mi caso, el poder comerme una quesadilla sin que me dé gastritis».
El príncipe azul de Hans Christian Maquiavelo: «Nada hace más atractivo a un hombre que el poder: el poder político, el poder económico o, en mi caso, el poder comerme una quesadilla sin que me dé gastritis».
Antes solía pensar que los estereotipos eran aquellos individuos que caminaban por la calle con audífonos conectados a un reproductor de música. Ahora sé que hay que llamarlos walkman y que ya son cosa del pasado. Aunque en realidad no importa cómo los llamemos porque traen la música tan fuerte que nunca hacen caso. También están los prejuicios, pero de esos no me interesa hablar porque habría que emplear mucha terminología legal. Quedémonos con una reflexión:
Todas las generalizaciones son malas.
Con excepción de esa última.
Dos gráficos que lo prueban: