El teniente coronel a veces tiene sueños propios.
El teniente coronel a veces tiene sueños propios.
La gente que me conoce bien sabe que siempre me ha causado mucha infelicidad no tener una tía llamada Sagrario.
De niño pasaba días enteros llorando debido a esa diminuta pero estrepitosa calamidad.
Hoy ya solo lo hago los domingos por la mañana. Si no llueve.
Por eso intitulé esta obra que les comparto, no sin cierto recelo, Recuerdos de mi tía Sagrario.