Amanecer en Hong Kong. Postal digital. Museo de las vacaciones imaginarias pero no por eso menos entrañables. Kowloon, Hong Kong.

Amanecer en Hong Kong. Postal digital. Museo de las vacaciones imaginarias pero no por eso menos entrañables. Kowloon, Hong Kong.
Las mujeres con peinados altos casi siempre se enredan con fantasías náuticas.
A veces eran los diversos aromas provenientes del mar, el recuerdo de un navío encallado años atrás o la dirección en la que soplaba la brisa. En otras ocasiones los motivos eran más razonables: una palabra mal pronunciada, una mirada a destiempo o la ausencia de una invitación para tomar el té; siempre encontraba una razón para encaramarse al gato. Y aquella tarde todo parecía indicar que no tenía la menor intención de bajar.
A veces me dan ganas de llorar pero las suple el mar. De lágrimas.
Este también lo hice en el #GalaxyNote5 de @SamsungMexico. La neta sigo encantado de descubrir que los teléfonos inteligentes finalmente sirven para algo útil.